sábado, 16 de enero de 2016

El cine


Hace un par de años, te ponías esos magníficos jeans de tubo, botines, un suéter, tu pashmina color camel, trenza francesa y una bolsa pequeña, solo para tu cartera, un lipstick y tu celular, lista para ir al cine, te sentabas en la parte de en medio de la sala, con tu combo de palomitas, refresco y nachos, (digo que era feliz y soltera, no delgada) y ves la película desde los cortos hasta los créditos, sin interrupciones, ¡ah! Que maravillosos tiempos.

En la época actual ir con tus hijos al cine puede ser una real pesadilla, no, no exagero, olvídate de ir muy arreglada, ósea, pantalón de mezclilla, una blusa sencilla, flats, cabello recogido y una bolsa tamaño jumbo a donde llevas los esenciales de mamá, de los cuales hablare en otra ocasión.

Primero está el escoger la película antes tu dilema era si ver Macbeth, Victor/Frankenstein o Miss you already, ahora tu dilema es que uno de los enanos quiere ver Star Wars y Un gran dinosaurio y el otro Álvin y las ardillas 3, a final de cuentas deciden ver Un Gran Dinosaurio, entonces te formas para pagar las entradas, normales no VIP ni 3D por favor, la última vez que vieron una 3D uno de los enanos rompió los lentes.

Ahora la mejor parte, te encaminas hacia dulcería, yupi yeii, noten el sarcasmo, uno quiere palomitas en cubeta de Star Wars aunque no vayan a verla porque su hermano es un bebé y no entiende de la importancia de las espadas laser, refresco chico sin hielos, para el otro refresco chico sin hielos de manzana, otra cubeta de palomitas igual de Star Wars porque aunque no le gustan quiere una igual a la de su hermano, unos bombones, un chocolate y para ti solo un refresco grande sin hielos Coca-Cola, no deseo otras palomitas para mí, créeme no se las van a terminar, después de cada visita a dulceria siempre me pregunto lo mismo ¿Cómo se atreve el muchachito de la dulcería a decirte “amiga” si te está cobrando hasta la deuda externa por todo lo que pidieron tus hijos?

Te dan tu cambio y caminas hasta la sala haciendo malabares para mantener la charola de las golosinas en su precario equilibrio en una mano, un enano en la otra y con tu vista de águila ver que el monstro mayor sigue a tu lado, llegas a la fila y haces circo, maroma y teatro para mantenerlos entretenidos en lo que los “amigos” de Cinepolis terminan de limpiar la sala.

Obviamente en este tiempo les preguntas a tus hijos si quieren ir al baño a lo cual te responden que no, 20 minutos después ya pueden pasar a la sala, buscas los asientos y como todo padre responsable pediste en la orilla cerca de la entrada, créeme si no haces esto te vas a arrepentir en unos minutos más, ya sentados cada uno con su respectivo vaso de refresco y su cubeta de palomitas te dispones a ver la película, los cortos pasan sin pena ni gloria, pero en los primeros minutos de la película el más pequeño se voltea y te dice lo que más odias “Mamá pipí”

Pausa dramática, ¿Cómo vas a dejar a uno solo en la sala y al otro lo vas a llevar al baño? ¡Obvio no! Así que dejas toda la comida y se la encargas a la mamá de junto que, gracias a Dios, te ve con cara de comprensión y promete cuidarte las palomitas, llegas al baño y te das cuenta que, si efectivamente hay una fila enorme, pero aun así ¡prevaleces! Ambos van al baño, critiquen lo que quieran, pero ambos van conmigo y al baño de mujeres, 20 minutos después regresas a tu asiento agradeces a la amable madre vecina de asiento que te dice que no hay problema solo que tú también le cuides sus dulces porque ahora sus hijos van al baño.

A final de cuentas pasas más tiempo callando a tus hijos, explicándoles detalles de la película y cargando a uno de ellos, quien por cierto se durmió a media película, y apapachando al otro que se siente triste por alguna escena. Sales de la sala hasta que ya quedan pocos padres, malabareando a uno de tus hijos en brazos, las cubetas semi llenas de palomitas en una mano y en la otra a tu otro enano que va platicándote la película como si no la hubieras visto ahorita (aunque internamente te auto regañas porque efectivamente solo viste 10 minutos de la película)


Es por eso que cuando tus amigas que tienen hijos te preguntan qué tal esta la película les dices lo que toda madre sabia dice “¡Está buenísima! No te la cuento para que la veas, pero ve se van a divertir mucho los niños”

1 comentario:

  1. Que hermoso blog!! Tan real, identificada en muchos aspectos!! Además que orgullo tener una sobrina tan buena escritora!! Comparable al famosísimo Nicolás sparks!! Enhorabuena no dejes de escribir!! Soy tu fan # 1

    ResponderEliminar